¡PALABRA DE MONSTRUO! CAPITULO V.
¿Cómo? ¿Monstruos?
—Sí, ¿acaso creías que
los humanos, los hombres, eran los únicos que había en el mundo? —Cassius
esperó a que el cirujano le respondiera, pero su cara de asombro, bañada por el
sudor, y su boca medio abierta le respondieron. El shock que sufría era fuerte,
algo que no le sorprendía, más bien lo esperaba… Pero de alguna manera tenía
que hacer que volviera a la realidad.
El monstruo volvió a sentarse
en el colchón, junto a Daniel, y colocó una de sus manos en su hombro, a modo
de comprensión. El evidente asco que produjo en su invitado, debido a su gesto,
fue algo que Cassius, y sus cuatro hermanos, disfrutaron con una sonrisa de
satisfacción.
—Le entiendo, doctor…
Comprendo su sorpresa al descubrir una inteligencia diferente viviendo al
margen de la sociedad de esta manera, pero mírenos… —Continuó Cassius,
señalando a sus hermanos—. Dock no tiene nariz… Su rostro entero es un agujero…
Daniel levantó a duras
penas la mirada hacia Dock, que le respondió sacando un pañuelo de tela
impregnado de mucosidad del agujero que tenía por nariz, para después volver a
colocarlo en su sitio, produciendo un sonido vomitivo.
Al ver las arcadas que
Dock había producido en su invitado, Gregg, el más cercano al médico, le acercó
un cubo mugriento de una patada.